fbpx
Entry-header image

¿Quién fue el Guatón Loyola? Esta es su verdadera historia

La mítica historia fue confirmada por su protagonista en una vieja entrevista en los años 60.

El personaje más conocido de las cuecas chilenas es el Guatón Loyola, un hombre que se convirtió en un mito urbano gracias a la particular creación del dúo de folcloristas, Los Perlas, a fines de los años 50.

Con el paso de los años, muchas historias han circulado alrededor del gordo más importante de Chile. Aunque algunos aseguraron que era estudiante de agronomía o vendedor viajero, pero lo cierto es que se trató de un hombre de remates en ferias libres de ganado.

Según contó el propio Eduardo “Guatón” Loyola, en una entrevista para el diario El Llanquihue de Puerto Montt en los años 60, todo se debió a una humorada de su amigo, Alejandro “Flaco” Gálvez, quien compuso la popular canción.

La historia surgió una noche de 1954, cuando Eduardo Loyola, “Flaco” Gálvez y Mario Cassanello se encontraban en un fundo de Santiago Urrieta Benavente, en la comuna de Parral.

En medio de la comida y los tragos en el casino del rodeo, tres huasos ebrios llegaron al lugar y comenzaron a molestar a algunas muchachas que atendían el lugar.

“Palabras van, palabras vienen, y desafío a pelear. Los carabineros apaciguaron el asunto o trataron de hacerlo, pero como insistimos el oficial preguntó: “¿quieren pelear?”, y como le dijimos que sí, entonces él puso las reglas: “nadie se mete, peleen”, dijo, y peleamos”, relató Loyola al diario El Llanquihue.

“Combo que se perdía, lo recibía el Guatón Loyola”, dice la cueca. Y la verdad es que algo de eso hubo, según dice el protagonista: “En uno de los entreveros caí, y el otro tipo agarró una silla y tuve que esquivarlo. Alguien trató de quitarle la silla, pero no resultaba. Entonces, un amigo echó mano atrás y el que peleaba conmigo pensó que iba a sacar una pistola y se espantó. En verdad, fue un manojo de llaves. Pidiendo auxilio salió corriendo para el lado de la estación y no supimos más de él”.

Tras esta particular escena, el “Flaco” Gálvez se inspiró y creó la canción con la melodía del “aló-aló” que aún suena en todas las fondas de Chile.

Pero la historia no queda aquí. Eduardo aseguró que fue sorprendido con el tema al día siguiente en un rodeo.

“Antes los rodeos duraban tres días. El lunes se usaba para correr el Champion. Como a la una de la tarde del lunes fui a la medialuna, y me pidieron que presentara a una de las candidatas a reina del rodeo. Lo hice, había mucha sonrisa en todas las caras. Apenas presenté a la candidata, comenzaron los gritos: ¡Que bailen una cueca!, y bailamos. Ahí me sorprendieron, porque comenzó la cueca y la historia de la pelea de la noche anterior, contó.

Al ser inmortalizada por Los Perlas en el año 56 la canción se popularizó, aunque éstos se dieron una pequeña licencia. “Le cambiaron Parral por Los Andes. Dijeron que sonaba mejor. Pero el asunto fue en Parral”, dijo el famoso Guatón Loyola en la entrevista.

Curiosamente, el 28 de agosto de 1978, Eduardo Loyola murió en el más absoluto anonimato a los 54 años, luego de sufrir varias operaciones que intentaron extirpar quistes que sufría en el estómago.

Sin embargo, su emblemática pelea lo convirtió en el personaje más conocido de nuestro baile nacional.